El programa nacional de Pueblos Mágicos de México, creado en el año 2001 por la Secretaría de Turismo federal, ha sido apoyado por los estados, municipios y diversas dependencias gubernamentales; hasta 2009 sumaban 32, aunque de 2010 a 2012 pasó a 83, y a finales del 2015 durante la 2ª Feria Nacional de Pueblos Mágicos fueron nombrados 28 más, por lo que actualmente suman 111 Pueblos Mágicos, y aun quedan más de 150 solicitudes. Se trata de poblaciones pequeñas y grandes, apacibles y hospitalarias, que preservan un conjunto de valores agregados, donde es prioritaria la recuperación de los espacios públicos que involucran la importancia y belleza del pasado, como sus iglesias virreinales, calles, callejones, casas y casonas, además su amplia gama de tradiciones y cultura, que reflejan la imagen de sus mejores días.
Es un reconocimiento para los habitantes de estos destinos que conservan y resguardan su historia antigua, el entorno natural, así como sus costumbres y sus atributos inmateriales únicos; aunque, ahora algunos deben conservar el título y cuidar la marca en beneficio del pueblo y su gente. Dicho programa contribuye a revalorar numerosos pueblos que siempre han estado en el imaginario colectivo del país, y que representan alternativas nuevas o diferentes para quienes desean pueblear, pues más de 70 millones de mexicanos viajan por todo el país, para conocer y disfrutar de las bellezas naturales, arquitectura, arqueología, tradiciones, artesanías, y la variada gastronomía incluida en el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En su mayoría los Pueblos Mágicos son apacibles destinos de fin de semana, donde las tardes aportan infinitos aromas, sonidos, colores y sabores, entre cielos azules y tardes doradas; con calles estrechas que reciben a pobladores y visitantes para disfrutar un café, helado o bebida refrescante, frente a algún parque o plaza, donde aun se pregonan murmullos sobre antiguos mitos y leyendas; además cada lugar ofrece especialidades culinarias únicas y permite apreciar sus costumbres y tradiciones ancestrales. En pareja, solos o en familia, vale la pena dejarse envolver por esta magia y belleza, para conocer incontables atractivos arquitectónicos, históricos y naturales. Aquí algunos de estos Pueblos que siempre serán una excelente alternativa turística.