El vidrio fundido crepita y adquiere el color del fuego, el sílice mezclado con varias sustancias se funde con modernos mecheros a base de gas, entonces los sopladores producen las burbujas transparentes del vidrio al rojo vivo, y crean una nueva esfera navideña cada vez. Cada una se pinta a mano y otras son bañadas en recipientes con pequeños cristales coloreados que, al derretirse adornan su figura.
Es un trabajo agotador, y sin perder el ritmo, cada persona sopla cientos de veces al día. Son artesanos que producen más de 100 millones de esferas al año, que con su calidad han abierto caminos, que traspasan los límites del país, y hoy sus creaciones destacan entre las mejores del mundo.
Desde hace casi medio siglo, los habitantes de Tlalpujahua Mich. y Chignahuapan Pue., dedican la mayor parte del año a la transformación artesanal del vidrio y creación manual de esferas. Hoy día, cada casa aporta pintores y diseñadores que practican métodos tradicionales: son creadores de bellas piezas, frágiles como pompas de jabón, pequeñas o grandes, transparentes o vestidas de brillantes colores, que terminan como adornos en hogares lejanos de Canadá, EUA o Japón.
Esta labor creativa, se desarrolla en cientos de talleres, donde casi toda la familia realiza esta actividad mágica; cada artesano trata de ser el mejor y su soplo a través del tubo de vidrio produce una nueva obra efímera de arte cristalino.
El origen de las esferas de Navidad se atribuye a pobladores del norte de Europa, quienes en el siglo XIX, para celebrar el nacimiento de Jesucristo, cada final de año, adornaban los pinos con frutas y pequeños animales de madera. Fue en el invierno de 1870, cuando alguien decidió colgar figuras de cristal en su árbol Navideño, el éxito fue inmediato y pronto se extendió por todo el mundo occidental. Hoy cuando llega el fin de año, en México y casi todo el mundo, estos coloridos globos de cristal adornan paredes, tiendas y calles, y están en los arbolitos de incontables hogares, desde grandes mansiones hasta sencillas viviendas. Actualmente, la creación de esferas ha echado raíces en nuestro país, y genera miles de empleos.