El hongo Mosquero, Grajeado, Pan de Fiesta, Matamoscas, Cuacicitlal o Tzontecomananácatl, Hongo del Rayo (Amanita muscaria), es una de las cientos de especies que posee la familia Agaricaceae, que pueden ser comestibles o venenosas: es un organismo catalogado entre el reino animal y vegetal.
Este bello hongo tiene tamaño grande y en el campo se reconoce por el color rojo intenso a anaranjado en la parte superior, con pequeñas manchas blancas creadas por trozos de su cubierta inicial. Luce la típica forma de sombrero, que se torna plana cuando madura y puede alcanzar hasta 25 cm de tamaño sobre un tallo rígido y blanquecino, con la porción inferior cubierta de laminillas que almacenan millones de esporas para reproducirse y perpetuar la especie. Se distribuye en tierras elevadas, es común durante el verano, poco después de las lluvias surge solitario o en grupos, cuando se desarrolla entre la hojarasca de los bosques de pino, ocote u oyamel.
Tiene reputación de venenoso y narcótico, pero en varias regiones se usa en medicina tradicional para tratar diabetes, erupciones epiteliales, como purgante y arrojar parásitos intestinales, mediante el empleo de pequeñas porciones maceradas con agua. Puede causar intoxicaciones a quien lo consume, y es más peligroso en la fase de botón o juvenil porque su toxicidad es mayor que el adulto; pero, no se considera mortal; por ello, lo mejor, es sólo admirar este bello ejemplar, y evitar tocarlo o comerlo.
No obstante, es más conocido y apreciado como hongo sagrado y misterioso, porque ha sido empleado como alucinógeno en todo el mundo. Antiguos registros mencionan que ha sido empleado como alucinógeno y alcanzar estados de éxtasis en todo el mundo, pues produce visiones: desde los antiguos pobladores y Druidas de Europa central, norte de Asia, Chamanes de Norteamérica y hasta curanderos de Chiapas, quienes lo han utilizado en rituales religiosos, con fines adivinatorios y aspectos medicinales. Es un hongo cosmopolita y habita en casi todos los bosques de coníferas del mundo.