La palabra Quiosco o Kiosco proviene del persa Kosk y el francés Kiosque y significa Pabellón, pues consiste en una pequeña construcción de forma circular y techo cónico, generalmente emplazada al aire libre, en el centro las principales de plazas o centros históricos de pueblos y ciudades de todo México; está formado por un techo cerrado, de láminas de zinc, cobre, hierro, tejas, concreto y otros materiales regionales; también cuenta con templete y base de cantera, concreto o madera, tiene escaleras, barandales y columnas de distintos materiales, que en su mayoría lucen bellos adornos; son de hierro colado, surrealistas, moriscos, arte nouveau o modernistas, con un adorno exterior sobre el techo, otros en el interior tienen lámparas, pinturas o vitrales. Constituyen excelentes adornos distintivos de cada destino y son el principal punto de reunión en muchos pueblos, además protegen al público del sol, la lluvia y otras inclemencias del tiempo, en algunos casos funcionan como espacio público para llevar a cabo presentaciones artísticas, culturales o políticas, y también funcionan como restaurante o fuente sodas.
Antes de mediados del siglo XIX los kioscos eran casi desconocidos en el país, y ahora representan el centro tradicional de pueblos y ciudades mexicanas, la mayoría levantados hace poco más de 100 años, con predominio del estilo y arquitectura predominante en cada época. En numerosas ciudades del centro y norte del país, han servido como punto de reunión para la población, donde los fines de semana eran festivos y se presentaban orquestas, bandas de viento, huapangueros, tríos, mariachis, y hasta sinfónicas; en nuestros días algunas poblaciones preservan la tradición de caminar a su alrededor, donde las mujeres pasean en una dirección y los hombres en sentido contrario, mientras unos a otros se miran, y a veces la rutina concluye en noviazgo, lo que desde hace más de un siglo fomentó las relaciones de intercambio social. Este punto de reunión de los pobladores, que siempre está rodeado por jardines, la Parroquia, el Palacio Municipal, los comercios y las casas típicas, hoy representa arquitectura urbana que consideramos como marca registrada mexicana, y estos pocos ejemplos lo ilustran: