La función primigenia de la máscara es, ocultar el rostro: su objetivo, esconder, disfrazar o transformar al individuo. Las expresiones y ropajes, tienen la intención de cambiar y hasta dar poder a quien la utiliza. Así, la máscara es uno de los adornos y objetos que han sido utilizados desde la antigüedad con fines prácticos y ceremoniales; su uso se remonta a tiempos antiguos, desde los egipcios, griegos y chinos, hasta olmecas, mayas y aztecas.
Las primeras máscaras se hicieron de madera y diversas rocas, después fueron de cuero, marfil, tela, palma, yeso, papel maché, jícaras, cera, barro, tela de alambre, latón, plástico, y casi de cualquier material sólido. En todo el mundo, las máscaras tienen usos rituales, sociales y religiosos, donde los participantes las han usado para representar figuras espirituales o legendarias, y están dotadas de significados mágicos, satíricos, bélicos, eróticos y didácticos.
En México la mayoría de las máscaras, son creadas por un artista que produce obras piezas únicas o se han tornado obras de arte, por lo general este artesano trabaja en un taller improvisado; otras veces es un campesino que continúa una antigua tradición. Estas piezas son hechas con maderas blandas de Burseras, Colorín o Cedro rojo, y se pintan a mano con colores oscuros o brillantes, con adornos hechos de ixtle, piel, plumas, cuernos, orejas y dientes de animales.
En incontables pueblos, los festivales religiosos combinan las tradiciones pagano-cristianas que incluyen desfiles y danzas, donde las máscaras de estas festividades cristianas e indígenas, se han convertido en artículos de colección, pues en estas fiestas son conocidas como “máscaras de danza”.
Algunas etnias creen que usar una máscara permite al portador tomar las cualidades del animal que representa; así, una máscara induce al portador a convertirse o actuar como un Jaguar. Con ellas participan personajes en festividades como Carnaval, Semana Santa, Días de Muertos o fiestas del Santo Patrono, que conforman rituales importantes para cada pueblo.
Existen máscaras de todo tipo, que protegen a su portador contra otros, lo ocultan ante todo mal, sirven para pedir por lluvias, dar gracias por la cosecha, rendir honores a los ancianos, y hasta venerar al animal que llevamos dentro.