Según algunos investigadores, los primeros grupos étnicos debieron proceder del área maya, porque la lengua huasteca pertenece al tronco mayense, del cual se separaron hace unos 3,500 años. Los Huastecos pudieron llegar al área entre los años 1,500 y 1,200 a.C., fusionándose con otros grupos que ya vivían ahí. Hoy, gracias el auge que tienen los sitios de gran belleza escénica y tradiciones ancestrales, estos son los lugares ideales para el turismo de Naturaleza. Además, se trata de una de las regiones más bellas de nuestro país: Las Huastecas o Huastecapan, una extensa zona habitada por el grupo étnico huasteco que ocupó parte de los estados de Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas (y algo de Puebla, Querétaro y Guanajuato).
Aquí abundan los ríos, algunos de gran importancia como el Moctezuma, Tampaón, Pánuco y Tamesí, los cuales fueron navegables desde tiempos antiguos y los rodean tierras agrícolas de temporal. Es una región que antaño contaba con fauna más diversa y según la relación de Huejutla de 1580, había: “…leones pardos, gatos cerbales y abides, que son zorras, venados, conejos, gallinas monteses y puercos monteses que tienen el ombligo encima del lomo; aves como el faisán de castilla; estos naturales crían gallinas de la tierra que son como pavas…”. Es un ambiente prodigo en tierras húmedas y fértiles con frutales como plátanos papayas, ciruelas, zapotes, cítricos, cultivos de maíz, chile, frijol y caña de azúcar, y aquí hasta sin siembras se come bien.
Entre las costumbres y tradiciones más arraigadas que es posible admirar a lo largo del año, está la celebración de la Semana Santa, el Carnaval, los días de Muertos o Xantolo, los bailes y danzas acompañadas con música de los sones o huapangos huastecos tocados con violín, guitarra y jarana, donde se improvisan y cantan versos con voz de falsete, generalmente picarescos; también esta la banda de viento que alegra los eventos y festividades. El folklore musical huasteco, ofrece interesantes aspectos en canciones indígenas que acompañan las danzas religiosas donde usan coloridos vestidos. Así, encontramos que toda la región es una continua invitación a disfrutar de su sencillez, su exquisita y variada gastronomía que incluye al zacahuil (tamal de 1 m), bocoles, enchiladas, cecina, quesos y al aguardiente.
Esta cultura mesoamericana ha sido importante desde finales del periodo Clásico, pues como relata Fray Bernardino de Sahagún: “…vinieron en barcas, cruzaron hacia acá por encima de las aguas que se juntan con el cielo. Y allí vinieron a salir, a orilla del agua, por esto se dice, se llama Pantla o Panutla. También se dice que este grupo llegó a Tamoanchan, lugar que puede o no ser real, para después regresar al sitio de donde habían venido…”. La huasteca tiene un clima caluroso y casi toda ella es fértil; cuenta con vegetación exuberante y fauna muy diversa; pero sobre todo, es reconocida por su deliciosa gastronomía, sus crónicas e historia, se música tradicional y la colorida indumentaria, donde además, el visitante puede encontrar excelentes opciones para disfrutar y reencontrarse con la naturaleza.