Desde lejos se aprecia la plateada escultura del “Monumento al OVNI”, también llamado el “OVNI de los tontos”, muy cerca de la carretera Metepec – San Baltazar, Pue.
En mayo de 2001, el Ayuntamiento Municipal de Atlixco solicitó a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, un viejo tanque elevado en desuso ubicado en Ciudad Universitaria, mismo que a principios del siglo XXI se utilizó para erigir una escultura: el llamado OVNI de la Casita Blanca, Metepec, Atlimeyaya o de Atlixco. Con este cascarón de aluminio se comisionó al escultor chileno Ricardo Vivar, que creaba obras con desechos industriales, construir esta obra con la forma que los atlixquenses decían haber visto: así en julio de 2001 pasó de ser un tanque olvidado a “platillo volador” o “nave extraterrestre”, con diámetro de 8 m y altura de 7 m, ahora visible desde la carretera porque está en la cima del cerro de la Casita Blanca de Metepec (2,180msnm), a orillas del pueblo de Metepec y unos 10 minutos de Atlixco, en el centro del estado y a 36 km al suroeste de la capital.
Este monumento al OVNI, único en México, existe porque al iniciar la década de los 90’s, llamó la atención a los habitantes locales, periodistas, Ufólogos, y visitantes extranjeros, el avistamiento de objetos voladores no identificados-OVNI, pues en ese tiempo empezaron a verse luces extrañas por las noches en los cielos aledaños a Metepec, frente al cerro de la Casita Blanca y su cuarto de bombeo de agua potable a Metepec y Atlixco. Así surgió el fenómeno OVNI, con reportes de avistamientos de objetos voladores luminosos; algunos pobladores aseguraban haber visto un objeto luminoso que recorría el cielo nocturno, como una bola de luz que cruzaba el horizonte, por lo que cada fin de semana llegaban cientos de personas hasta el cerro para ver cómo pasaba este OVNI, como una bola de luz que salía del Popocatépetl hacia esta dirección, poco después del anochecer o casi a la media noche.
Según Deya Ramírez, el lugar despertó gran interés por esos misteriosos sucesos, por lo que el turismo creció de manera acelerada, en el lugar se creaba un ambiente de fiesta, y pronto se ofrecieron servicios de restaurante, renta de cabañas, acampada, venta de llaveros y playeras; así mismo, se hacían lunadas para el avistamiento de OVNIs, lluvia de estrellas o cometas. Por otro lado, algunos teóricos de la conspiración y del fenómeno ONVI, consideran el lugar como zona muy transitada por naves espaciales, porque a cientos de metros se encuentra el sitio llamado “Punto Marconi”, que es un “punto muerto” sobre la carretera Atlixco y Metepec-San Baltazar Atlimeyaya, donde los autos parecen rodar cuesta arriba desafiando a la gravedad; aunque enrealidad es una ilusión óptica, pues al medir con un altímetro se ha comprobado que el norte está 80 grados más alto que en el sur.
Desde entonces los escépticos argumentan que los avistamientos empezaron cuando entró en funciones el cercano aeropuerto de Huejotzingo, y que las extrañas luces que se veían, eran aviones que antes no acostumbraban observar. Hoy vale la pena conocer el lugar, para visitar el monumento al OVNI porque el cerro ofrece una vista espectacular del Valle de Puebla, y 30 metros atrás de la escultura existe una ruidosa cascada. En los alrededores preparan micheladas, chalupas y truchas arcoíris, además, es posible admirar la cascada de San Pedro o comprar plantas en decenas de viveros de Atlixco, y descubrir si existen o no las naves extraterrestres, o bien solo admirar este “Platillo Volador” bastante grafiteado, que sobresale entre arbustos de pirúl y tepozán, que atrae a cientos de visitantes cada fin de semana.
Cómo llegar:
Atlixco está a 31 km de Puebla, Metepec está a 7 km, y San Baltazar Atlimeyaya a 10 km.