Río, ciudad alegre y maravillosa, donde sus habitantes se llaman a si mismos Cariocas. Fue la capital de la colonia portuguesa, después fue parte del Imperio Brasileño y capital de la Republica. Hoy Río de Janeiro (Río de Enero), cubre casi la misma extensión que la ciudad de México; la diferencia es que, aquí las montañas caen hasta el mar y son atravesadas por túneles que permiten llegar desde el aeropuerto hasta el centro, los barrios antiguos y los exclusivos desarrollos inmobiliarios sobre la costa. También existen túneles para llegar a las playas de Copacabana, Ipanema, Leblón, Barra, y otras más. En Río, nada impide la vista al mar, pues los hoteles, condominios, casas y demás edificios siempre están del otro lado de la calle.
Con casi 500 años de historia e incontables atractivos, es una ciudad que se identifica fácilmente por una las 7 maravillas del mundo moderno, el Cristo Redentor, una espectacular estatua de 30 metros de altura que pesa 1,145 toneladas y que desde hace 75 años destaca en lo alto del cerro el Corcovado, desde donde domina gran parte de la ciudad; hasta él se llega en un tren que sube casi 700 m durante 20 minutos, mientras se aprecian la más bellas vistas de la ciudad. Otro de las maravillas naturales más visibles es el Pan de Azúcar, un cerro llamativo al que se llega en cuestión de minutos por teleférico. Un atractivo más, pero este creado por el hombre, es el monumental estadio Maracaná ubicado al norte y muy cerca del límite con las montañas.
Río es verde, pues posee las más extensas selvas urbanas del mundo, es un destino turístico donde se pueden realizar diversas actividades como voleibol de playa, ciclismo urbano, surfing, kitesurfing, windsurf, escalada, buceo, golf, cabalgatas ecológicas, paseos en barco, vuelos en Ala Delta o en helicóptero para admirar la ciudad, y mucho más. La ciudad es una mezcla arquitectónica, donde sobresalen edificios coloniales hasta las más modernas del centro de la ciudad; hoy nuevos barrios se extienden a lo largo de la costa y llegan hasta la base de las serranías. En algunas colinas se apiñan las Favelas que rodean a Río y que le han dado fama a veces no tan positiva. En el centro de la ciudad destacan varias iglesias católicas, el Palacio Imperial rodeado por antiguos barrios como la Lapa, Gloria, Laranjeiras y Santa Teresa, con bares, tiendas, galerías y restaurantes, que forman parte de la intensa vida Carioca.
No falta la cultura, pues cuenta con museos el de Arte Moderno, el Histórico Nacional, el de la Republica, el Carmen Miranda y el Aeroespacial; posee taros, mercados de arte al aire libre, sitios para escuchar música en vivo. Pero este destino es famoso por sus celebraciones y la algarabía de su gente, como sucede cada año en febrero, cuando se celebra el Carnaval más famoso del mundo e incluye a la mayoría de la población y miles de extranjeros. Otra gran celebración es la de Año Nuevo frente a las playas de Copacabana e Ipanema, donde el visitante admira la lluvia de fuegos artificiales. Y aquí, en el país del fútbol, cada fin de semana el gran Maracana es abarrotado por miles de fanáticos que apoyan a los equipos locales, Botafogo y Flamengo.
Para disfrutar al máximo, los mejores sitios para ser tratado y sentirse como en casa, están los hoteles Sheraton. Uno es el Sheraton Río Hotel y Resorts, ofrece una impresionante vista al mar, las cordilleras verdes adornadas por los cerros de Dois Irmaos, que desde los balcones permite admirar las populares playas de Leblón e Ipanema. Otro al sur, a menos de 20 minutos se encuentra en Barra, la playa más extensa de Río y es el exclusivo Sheraton Barra, rodeado por los más modernos desarrollos de la ciudad. Así qué, cuando visite Río la “ciudad maravillosa”, podrá disfrutar sus exquisitas Caipirinhas, sus deliciosos churrascos o sus variadas cervezas en cafés y restaurantes en las playas, siempre llenas de visitantes. Aquí, el visitante recibe amabilidad y alegría incomparable, presente en cada lugar y momento; así es esta cálida ciudad Carioca, donde, todo el año es Carnaval.